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ASAJA considera que la Comisión Europea “se burla” del sector citrícola al pretender subir la temperatura del tratamiento en frío a las naranjas sudafricanas.

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El comité fitosanitario de la UE debate mañana la propuesta de elevar la temperatura de -1 a +2ºC, medida totalmente rechazable por los productores.

Madrid, 18 de mayo de 2022.- ASAJA considera que la Comisión Europea “se burla e insulta” al sector citrícola al presentar a los Estados Miembros una propuesta, para el debate que empieza mañana en el comité fitosanitario, por la que se pretende elevar el rango de temperatura de -1 a +2 ºC (antes de -1 a 0 ºC) durante 20 días (antes 16) en el tratamiento en frío que Sudáfrica deberá aplicar en sus envíos de naranjas al mercado comunitario.

ASAJA critica que la propuesta avanzada por la CE añade una mayor flexibilidad en el rango de temperaturas, hasta el punto que sobrepasa las recomendaciones científicas de la EFSA y, por tanto, continúa consistiendo un elevado riesgo de entrada de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) a la citricultura comunitaria. Según los estudios, los huevos de esta plaga se abortan a temperaturas inferiores a 1 ºC.

El tratamiento en frío que había aprobado inicialmente Bruselas, entre 0 y -1 ºC, ya no era el que reclamaba la interprofesional Intercitrus, que defendía el aplicado por Estados Unidos para esta plaga, que es de 22 días a -0,55 ºC. La propuesta era menos exigente y estaba basada en un estudio del propio CRI sudafricano, que lo calificó de “intensidad reducida”. Ahora, con esta nueva documentación de la CE, las garantías fitosanitarias aún resultan más cuestionables. Asimismo, ASAJA reclama que el tratamiento en frío también se adopte a mandarinas y pomelos, porque tienen exactamente el mismo riesgo de infección de falsa polilla que las naranjas.

El presidente de la sectorial de frutas y hortalizas de ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “es inconcebible que Bruselas tome decisiones políticas sin tener en cuenta los estudios de sus propios científicos, y ceda de manera tan cómplice y bochornosa ante un país tercero, anteponiendo intereses comerciales a la seguridad fitosanitaria europea. Al igual que un político no tiene que decirle a un médico especialista cómo tiene que curar a un enfermo, Bruselas no tiene que decirle a los científicos en materia fitosanitaria cómo tienen que prevenir las plagas y enfermedades”.

Aguado advierte de que “si la CE se sale con la suya y consuma esta puñalada a los citricultores europeos, en el caso de que acabe entrando la falsa polilla y ocasionando pérdidas en la producción estudiaremos la interposición de una posible demanda jurídica a la UE por daños y perjuicios, porque es intolerable que sean los agricultores quienes paguen por despropósitos de los políticos”.