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Oportunidades de valorización de residuo s orgánicos en la zon Evaluación de las oportunidades de valorización de los diferentes residuos orgánicos generados por las empresas asociadas a ASAJA en la zona de CAMPODER

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Descripción: 

Los cultivos generan restos vegetales, bien a lo largo de su ciclo productivo, bien al
final de las campañas o bien en su recogida y manipulación. Además, los aclareos y podas
también generan residuos en ciertas épocas del año. De acuerdo con los datos obtenidos de las
empresas en cuestionarios telefónicos o en las encuestas en papel, entre el 10 y el 20 % de la
producción de los diferentes productos hortofrutícolas se convierten en residuos.
Cuando los restos se gestionan de forma inadecuada o se abandonan se agrava el riesgo
de propagación de plagas y enfermedades, se incrementa el riesgo de un impacto ambiental
negativo y se pierden oportunidades económicas de una correcta valorización de los mismos.
Los restos vegetales pueden ser vectores de plagas y enfermedades, como ya ha sucedido en
diferentes ocasiones como por ejemplo el caso de la tuta absoluta afectó a grandes zonas
hortícolas españolas en 2009 y 2010.
Por otra parte, el reciclado de los restos vegetales de los cultivos puede estar
condicionado por la presencia de restos de productos fitosanitarios, y en el caso de los restos
hortícolas por la presencia de rafias o mallas de soporte. Esos materiales mezclados con las
plantas obstaculizan la reutilización y valorización de los mismos.

 Quema de restos vegetales. La quema de restos vegetales está autorizada, aunque hay una
tendencia a su restringir su práctica en algunos territorios y en verano, por peligro de
incendios (La quema de rastrojos está prohibida para acceder a las ayudas directas desde
2002). Si bien implica la pérdida de un recurso orgánico, presenta la ventaja de una gestión
simple y cómoda para el agricultor, especialmente interesante en caso de presencia de
plagas o enfermedades. La quema debe ser controlada, es decir que las condiciones deben
respetar las condiciones emitidas por el órgano competente (que varía mucho según los
lugares) y ser comunicada con antelación al mismo. En estas circunstancias, se considera
que puede ser la gestión aceptable en casos puntuales, ya que evita el traslado de los
residuos, y por lo tanto, la propagación de dichas plagas y enfermedades. En cualquier caso,
la quema implica la emisión de gases de invernadero. Esta solución, con sus pros y contras,
no suele resultar viable en zonas de alta concentración productiva, por el humo que
supondría, y por las posibles afecciones a las personas. Por ello, ciertos ayuntamientos,
especialmente en zonas hortícolas intensivas, prohíben la quema.
 Compostaje. Los restos vegetales, junto con otros residuos, como estiércoles, lodos de
depuradoras, fracción orgánica de los residuos urbanos, restos vegetales de jardinería o
forestales, pueden ser compostados. Este sistema lo expondremos más exhaustivamente
posteriormente. En todo caso es importante señalar que siempre que se realice de forma
correcta, el producto resultante, el compost, es una materia orgánica estabilizada, inodora,
libre de patógenos y elementos contaminantes, cuya aplicación al suelo resulta beneficiosa.
El compostaje ha sido objeto de numerosas investigaciones y experimentaciones, por lo que
al día de hoy, es una de las tecnologías mejor conocidas para el reciclado de la materia
orgánica. Además de en la agricultura, el compost puede ser utilizado en otras actividades,
jardinería, viveros, silvicultura, regeneración de suelos,…todo ello condicionado,
lógicamente, por su calidad. En resumen, la fertilización orgánica vía compost constituye
una forma de reciclado muy interesante a nivel ambiental por la ausencia de afecciones
negativas al medio durante el proceso. Elimina además los patógenos, los residuos de
productos fitosanitarios, y disminuye sensiblemente los metales pesados, contribuyendo al
secuestro del carbono.
 Ensilado. Otra forma de gestión consiste en ensilar los restos vegetales. El ensilado es un
método de conservación de material vegetal, fundamentalmente para la alimentación
animal, que consiste en un proceso de fermentación anaerobia en condiciones más o menos
controladas, como. Se trata de una técnica muy extendida apto para muchos restos
vegetales, pero no para todos. Durante el ensilado los restos vegetales pueden perder
propiedades y calidad. emite gases de invernadero. Se utiliza fundamentalmente para restos
de cereales, paja y leguminosas, bagazos y cortezas de cítricos. Para restos de productoshortícolas esta menos ensayado, pero estudios realizados muestran que estos restos aportan
elementos nutritivos de interés y que, además, el proceso en sí disminuye los residuos de
pesticidas de forma significativa (Moyano López). Los principales inconvenientes de esta
técnica son, por una parte, los riesgos microbiológicos para el ganado y la pérdida de
calidad del producto, cuando el proceso no se realiza de forma correcta. La mayor parte del
ensilado se suele o debe realizar en el marco de las propias explotaciones que han generado
el resto. Es un proceso no industrializado, que requiere poca tecnología y energía aunque
para los restos que nos ocupa se necesita estudiar esta tecnología.
 Valorización energética- biometanización. El elevado potencial energético de los restos
vegetales hace que esta opción esté cada vez más considerada como medio de valorización
de estos restos vegetales. Al igual que el compostaje, este sistema lo expondremos más
posteriormente de una forma más exhaustiva. La biometanización consiste en una digestión
microbiológica en ausencia de oxígeno, condiciones anaerobias, en la que se genera un
biogás rico en metano que, purificado, puede ser utilizado directamente, descargado en la
red o transformado en energía eléctrica y energía térmica en un proceso de cogeneración.
Esta tecnología se debe aplicar en forma de codigestión, es decir con una mezcla apropiada
de restos y residuos orgánicos. Residuos, como estiércoles, lodos de depuradoras, fracción
orgánica de los residuos urbanos, restos vegetales de jardinería, restos orgánicos
agroindustriales, pueden ser adecuados para elaborar las mezclas a tratar. La
biometanización requiere espacio suficiente, maquinaria e infraestructura adecuada a los
volúmenes manejados (digestor, motor de cogeneración, tanque de almacenamiento de
biogás y digerido, conexiones eléctricas,…) y buenos conocimientos del proceso y del
manejo del mismo. El proceso además del biogás genera un residuo más o menos líquido,
digerido, que presenta buenas aptitudes para ser utilizado como fertilizante orgánico.